El extraño caso
de Hermann Klein, de Javier Quirce
En tiempos como estos en los que un libro puede
salvarnos la vida, metafóricamente hablando, claro está. El extraño caso de Hermann Klein, nos resulta de gran ayuda para
navegar en esta incertidumbre de cosas. En lo sucesivo comparto mis apuntes
sobre la novela que entendemos que es el inicio de una larga entrega de Javier
Quirce en el género de novela negra.
En este libro hemos logrado observar de manera
magistral y bien detallada la novela policial o novela negra, aunque la crítica
suele diferenciar; para efecto de este comentario, consideramos, van en la
misma dirección. El extraño caso de Hermann Klein, nos muestra una elipsis que
se va tejiendo a lo largo de la historia aunada a la técnica del dato escondido que su autor ha sabido
tejer con maestría alrededor del detective Juan Steinberg. De quien su autor
nos va develando algunos datos que uno de sus personales lo usará para
chantajearlo, obviamente con un conocimiento de la técnica como su autor no ha
develado conocimiento del género y de la narración.
Vemos que hay personajes que van develando algunos
datos esenciales como amigos del héroe y detractores del antihéroe además se
muestra la figura del chivo expiatorio, y quien asume este rol, pues es efectivamente
el detective quien tarde se dará cuenta de la trampa que se le ha tendido so pretexto
de buscar al culpable en el Informe Klein.
Sobre su
autor ha sabido elegir sus personajes y a veces actúa como un demiurgo que va
soltando consignas y en otras se limita a ver cómo los personajes evolución a
medida que nos adentramos en la historia. A través de ellos también podemos
conocer de sus aficiones, sus lecturas, sus demonios internos, etc.
Así a medida que avanza la historia en nueve
apartados, el autor nos relata lo que será el extraño caso de Hermann Klein,
que para redondear la historia bien pudiera haber coincidido con los seis
monjes apocalípticos que estarían al mando de Markus Berger:
Juan Steinberg es convocado en Barcelona para ir a
Hong Kong, después de pensarlo, al fin se decide enrumbarse a la ciudad oriental
y entre sus cosas, lleva su biblia, su cuaderno de notas, entre otras menores.
Instalado en un hotel de la isla, asiste a la cita a la hora pactada: ha sido
convocado por su trabajo de detective. Sin embargo, se da con la sorpresa que
quien ha contratado sus servicios sabe mucho del pasado de Steinberg en Barcelona,
hecho que lo deja un poco intrigado, por lo demás le narra todo respeto de
Hermann Klein y le pide discreción y sobre todo lealtad.
En el siguiente apartado el narrador se confunde con
la polifonía de los personajes como el dios, a través de un narrador
omnisciente, y con los mismos personajes como Berger quien ha enviado el Informe Klein para ponerlo al corriente.
Steinberg, por su parte, reúne las pistas que necesita para seguir el caso
encomendado, y se va involucrando con dicho encargo, así como, con las imágenes
del círculo de los siete, alrededor de la pirámide que tanto se mimetizan en el
ensayo Política como con el dibujo de
la pared. Mientras, se entrevista con algunos conocidos del desaparecido, se
involucra con una joven llamada Katsumi con quien pasa una noche y quien ha
visto su somnolencia y le pide quedarse a su lado. Pero Steinberg, decide salir
a buscar nuevas pistas. (Aquí, el autor respeta la tradición de la negación del
amor del héroe o personaje).
En el tercer apartado la entrevista con John Archibald, lo
deja pensativo ya que este le revela todo lo que Berger sabe sobre su pasado y
el propósito por el que se construirá la pirámide y el rol que ha de jugar en
lo sucesivo en el gobierno de los siete mojes en el nuevo orden, algo que Klein
había predicho con antelación a sus allegados. Por lo cual los rusos y
asiáticos estaban siempre al acecho.
Peter Hansen, se convierte en el séptimo sello y
aunque le emociona trabajar en la nueva sociedad como el arquitecto que
construirá el edificio a la usanza de la pirámide egipcia Keops, tiene alguna
duda por el poder que ejerce Berger. Hecho que le llevará al suicidio en lo
sucesivo. A demás hay una buena noticia, Ana Scheiler, ha aceptado viajar a
Hong Kong para entrevistarse con Steinberg y le dará nuevas pistas para
redondear al investigado.
En el apartado de El Dragón Rojo, conoce al ruso
Vladimir Maslow que lo hace torturar y con un conjuro oriental lo conduce al
ensueño en donde le piden revelar la información sobre el paradero de Klein,
hecho que se lleva a cabo bajo el poder del alucinógeno y las artes
zoroástricas de la asiática cómplice de Vladimir. Al día siguiente el
investigador no recordará nada del episodio solo se dará cuenta que ha perdido
el informe y sus apuntes. Este es un gran dato escondido que se revelará en el
apartado final ya que su autor ha preferido mantenernos en vilo siguiendo el
hilo de la madeja, cuestionándonos, porque las acciones de los personajes se
esmeran en dejar pistas que fácilmente podrían ser develadas.
Efectivamente, en la Valquiria es Ana Scheiler,
quien ha visitado a Steinberg y es una pieza clave para el gran misterio del
rompecabezas en la vida del místico, filósofo entre otros atributos con el que
se refieren a Klein. Ella, le va confirmado algunas sospechas sobre Berger que
al pasar de las horas se descubre como quien busca darle muerte a su socio
desaparecido y para ello ha buscado al detective como chivo expiatorio. Tarde este
confirma sus sospechas que ha sido utilizado para tal propósito.
En lo que avanza la narración unos agentes de
policía españoles, Manuel y su colega le revelan el porqué de su visita en Hong Kong y por qué
Berger estaba tras de él, además le hacen saber de las múltiples relaciones que
tiene con el desaparecido. Además le previene de meterse en líos con la policía
local, y le reiteran que vuelva a España y cumpla con su pena en prisión por lo
que hecho en el pasado. A que el autor ha tramado otro dato que ha ido
escondiendo a lo largo del relato, estrategia que ha servido a Markus Berger para
chantajear al detective.
Sorpresivamente, un hombre chino llamado Martin Xian, ha enviado a su gente para llevarlo ante él y
pedirle que se una para poder atrapar a Berger, porque tanto como Vladimir, no
han sido convocados al propósito de los alemanes, Berger y sus iluminados, ahí
en su propia ciudad lo cual ha irritado al viejo truhan de los bajos barrios de
Hong Kong.
Finalmente, la gran elipsis es revelado,
aunque mantiene un final abierto (como la gran tradición de novela negra) en el
que el personaje, Juan Steinberg encuentra a Hermann Klein y este acepta lo que
le tiene preparado el destino, dice: El momento más feliz de
una persona llega cuando se da cuenta por fin para qué ha nacido…, pero no quiere morir según el juego
de Berger y le pide al investigador que se aleje con los chinos que ha
contratado para sacarle de ahí. Este, Steinberg, recita un verso revelador de
la biblia y se va.
En resumidos términos, estamos frente a
una novela que tiene los elementos necesarios para mantenernos en vilo,
analizando, escudriñando siguiendo las pistas del detective Steinberg como de
las reseñas librescas que los personajes de su autor van filtrando a lo largo
de la narración. Esto da cuenta que su autor a pesar de ser su primera novela
en el género, ha seguido la gran tradición de la novela negra. En consecuencia consideramos con gran
auspicio el buen inicio para una saga que hasta donde sabemos va por su tercera
entrega. Auguramos los mejores deseos a su autor Javier Quirce, que quien sabe
si también él es uno más de los personajes de El extraño caso de Hermann Klein.
Desde la sombra de la cuarentena,
Marcos M. Coronado- Perú.
En verano, de 2020